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TERCER CONGRESO VIRTUAL "Integración sin Barreras en el Siglo XXI" Red de Integración Especial GRUPO: INTEGRACIÓN “TERAPIA OCUPACIONAL. IMPORTANCIA DEL CONTEXTO” Autores: Canosa Domínguez,
Nereida; Díaz Seoane, Begoña; Talavera Valverde, Miguel Ángel.
(Diplomados en Terapia Ocupacional.)
Resumen
De los elementos que contiene esta definición se puede extraer que la intervención de Terapia Ocupacional se concentra en las áreas de desempeño funcional (autocuidado, trabajo y ocio), prestando especial atención al ambiente cultural y social dentro del cual se desarrolla la persona. Esta visión de lo funcional sin perder de vista lo social es lo que justifica la actuación del terapeuta ocupacional cuando existe discapacidad; teniendo en cuenta, que las principales dificultades de los usuarios son derivadas de sus déficit pero relacionadas directamente con su impacto en el funcionamiento social (desventaja social=minusvalía). Pretendemos entonces describir y aclarar las fases del proceso rehabilitador, y el rol que desempeña el terapeuta ocupacional en las mismas, en lo que a capacidades alteradas y cuestiones de reinserción se refiere. Nuestro objetivo principal tratará, pues, de enfatizar el aspecto contextual de la discapacidad… “De la inmersión en que se hallaban,
emergen, capacitándose para insertarse en la realidad que se va
desvelando” (P. Freyre).
1.- INTRODUCCIÓN La evolución de las prácticas clínicas, de los tratamientos, detecciones precoces, prevención y mantenimiento de la salud, favorece el desarrollo de nuevos postulados y hace que debido a estos motivos otros sean reformulados. Es el caso del siguiente modelo ICIDH (International
Clasification Deficiency DISCAPACIDAD Y MINUSVALIA) de 1980 que evoluciona
hasta la revisión actual y puesta en funcionamiento del modelo CIDDM
(Clasificación Internacional del Funcionamiento, Discapacidad y
la salud) del 2001. Hasta el momento la clasificación se realizaba
en torno a términos concretos relacionados con la deficiencia, discapacidad
y minusvalía, explicando la interacción entre ellos y definiendo
la condición del usuario, marcando un rol ciertamente pasivo en
dicha definición.
Con esta nueva definición se pasa de un usuario pasivo a un usuario activo en la funcionalidad ya que el centro de la intervención pasa por ser la actividad y no tanto el déficit, proporciona esta definición un concepto de implicación haciendo participe al usuario no solo de esta carencia de salud, si no también de la intervención específica localizada en las concepciones que el CIDDM-2 realiza. En estos momentos el déficit se
ve encuadrado en la propia discapacidad y fluctúa entre encuadres
como la participación y estructuras corporales.
Las interacciones específicas entre componentes de esta definición se dan en una relación unívoca predecible, provocando una interacción en dos direcciones, ya que incluso una presencia de discapacidad puede modificar un estado de salud. Son muchos los factores en los que se intenta
buscar la actuación y mejora de este funcionamiento personal y aparecen
contextos con la relevancia que anteriormente no tenían, siendo
en este momento los factores ambientales y personales los relevantes, funcionando
como estructuras relacionas directamente con el desarrollo de la actividad.
El resultado de esta evolución viene acompañado directamente del avance de disciplinas que enriquecen estos postulados y que gracias a la incorporación de sus paradigmas, modelos y marcos de referencia teóricos, favorecen la especificidad y el trabajo cada vez mas estructurados de términos relacionados con la Funcionalidad, Discapacidad y Salud. Es el caso de la Terapia Ocupacional, que durante su trayectoria como disciplina de intervención terapéutica, desarrolló estrategias y marcos de referencia teóricos que establecen la funcionalidad, el desarrollo de recursos en el ambiente, el aumento de factores personales, la motivación a la participación y la mejora de funciones y estructuras corporales. Todo ello como búsqueda de equilibrio en la persona para su desarrollo ocupacional. 2.-UN APUNTE DE HISTORIA Comprender el análisis de la realidad que realiza un terapeuta ocupacional, comprender la óptica desde la que enfoca el mundo y el ser humano, comprender la naturaleza del razonamiento clínico de esta profesión supone ahondar en el origen, en la historia de la ocupación y su significado para el hombre. La configuración de esta disciplina surge de la evolución del pensamiento sobre la naturaleza del hombre; sobre su condición de ser activo y participativo de una serie de actividades / ocupaciones; del estudio de esta condición y de la aplicación de estos conocimientos para la consecución de un estado de salud. Lo que nos cuenta la historia es la relevancia de la ocupación humana, como esencia de la condición humana “homo habilis” (Gómez Tolón) y como principal organizador de su conducta individual y social (Civilizaciones antiguas, Gómez Tolón). El desarrollo de la Terapia Ocupacional se entreteje en la trama de la historia humana, pues la ocupación ha tenido un papel central en la existencia, desde el principio de los tiempos. El “tapiz” se enriquece en los siglos XIX y XX, fundamentándose en las ideas y creencias expresadas por la filosofía del humanismo, y los valores sociales del humanitarismo. No obstante, el medio que permitió y facilitó el desarrollo de la Terapia Ocupacional, fue el clima creado en los países anglosajones por el pragmatismo y el utilitarismo, con la consecuente penetración de la actividad y la ocupación, como elemento nuclear en la manera de pensar y ver el mundo. Toda esta historia de pensamiento y acción no tenía más que culminar en el desarrollo de una ciencia cuyo objeto de estudio sea la ocupación. Una ciencia que se refiere a aspectos fundamentales de la evolución, desarrollo y condición humana, no puede más que desembocar, en el mundo desarrollado, en una disciplina aplicada que aproveche este conocimiento para mejorar la salud del hombre. 3.- LA TERAPIA OCUPACIONAL
La ocupación entendida como una
forma de alcanzar estados de salud y bienestar más aceptables, se
basa en los siguientes principios:
- Ocupación – Identidad: directamente relacionada con el concepto de rol. El individuo forja su identidad en función de los roles principales que desempeña en su vida. El desempeño de estos roles depende de la realización de determinadas actividades. “Somos lo que hacemos”.
“El hombre es un ser activo cuyo desarrollo está influenciado por la realización de actividades con objetivo. Utilizando su capacidad de motivación intrínseca, los seres humanos son capaces de variar su salud física y mental y sus ambientes físicos y sociales a través de la actividad con objetivo. La vida humana es un proceso de adaptación continua. La adaptación es un cambio en la función que promueve la supervivencia y la actualización de sí mismo. Los factores ambientales, psicológicos y biológicos pueden interrumpir el proceso de adaptación en cualquier momento a lo largo del ciclo vital. La disfunción se produce cuando la adaptación es deficiente. Las actividades con sentido facilitan el proceso adaptativo. La terapia ocupacional se basa en la creencia de que la actividad con objetivo (ocupación), con inclusión de sus componentes ambientales e interpersonales, puede utilizarse para prevenir y controlar la disfunción y para producir la máxima adaptación. La actividad utilizada por los terapeutas ocupacionales tiene un propósito intrínseco y terapéutico.”La Terapia Ocupacional se fundamenta, en última instancia, en el estudio de la ocupación humana y los efectos beneficiosos que tiene para la salud del individuo. Partiendo de estos principios teóricos, y fundamentándose en modelos o marcos de referencia directamente relacionados con componentes de la ocupación, se obtiene una “forma de hacer”, un abordaje y una clínica propia de una disciplina aplicada, que es la Terapia Ocupacional. “La Terapia Ocupacional es la utilización terapéutica de las actividades de autocuidado, trabajo y lúdicas para incrementar la función independiente, mejorar el desarrollo y prevenir la discapacidad. Puede incluir la adaptación de las tareas o el ambiente para lograr la máxima independencia y mejorar la calidad de vida”. (Asociación Americana de Terapia Ocupacional, 1986). 4.- EL ROL DEL TERAPEUTA OCUPACIONAL EN EL PROCESO DE REHABILITACIÓN. “Se entiende por rehabilitación el proceso dirigido a que los minusválidos adquieran su máximo nivel de desarrollo personal y su integración en la vida social”. Ley de Integración Social de los Minusválidos. Artículo 18.1. El tratamiento de una persona con discapacidad no es “meramente” sanitario, sino que precisa de continuidad a nivel social, que proporcione un ajuste perfecto entre individuo y sociedad , como base del continuo al logro de una mejor calidad de vida. El Terapeuta Ocupacional tiene una visión bio-psico-social del ser humano lo que le permite intervenir, como miembro de un equipo de rehabilitación, en todos los niveles del proceso. Hablaremos pues, de un primer nivel de intervención, centrada principalmente en el individuo. Se trata así de recuperar, mantener, mejorar, potenciar... las capacidades del paciente mediante la actividad. He aquí una visión “funcional”, un tratamiento sanitario (físico, psíquico, sensorial) que pretende habilitar a la persona para un óptimo desempeño ocupacional. El Terapeuta Ocupacional, en su intento
de maximizar la autonomía personal del individuo, comprende que
ello implica “tener acceso al medio”. Hablemos pues, de la importancia
del contexto. “La adaptación al medio, en el caso del hombre, pasa
por un ajuste entre las necesidades del paciente y las normas propias de
su posición dentro del marco social donde vive”. (Barris R., 1982)
(Howe M.C. y Briggs., 1982).
Se hace pues necesario modificar el “ambiente” de modo que la persona pueda desplegar al máximo sus capacidades. Si entendemos por ambiente el entorno inmediato (hogar y comunidad) del paciente, el Terapeuta Ocupacional se encarga, tras valoración previa, de:
Estas intervenciones tienen lugar en dispositivos
diferentes, y con profesionales diferentes.
La desconexión existente entre los diferentes dispositivos asistenciales provoca que un proceso que es conceptualizado como lineal y progresivo, se fragmente en subprocesos, que aunque en sí mismos sean necesarios, no alcanzan la finalidad última del tratamiento que, es garantizar la máximo independencia y autonomía personal. 5.-CONCLUSIONES: Como hemos visto, la nueva clasificación de la OMS para determinar estados de salud tiene como elemento central la Actividad del hombre, y los elementos tanto personales como contextuales de los que depende esta actividad. La Terapia ocupacional se centra en la
Ocupación/actividad del hombre en todas sus dimensiones (autocuidado,
trabajo y ocio) como objeto de intervención y cambio.
El ambiente es un condicionante en el establecimiento
de la actividad individual. Cuando el usuario presenta discapacidades influenciadas
por este, se requiere de la práctica y el uso de posibles adaptaciones
o intervenciones guiadas por el Terapeuta Ocupacional. Persiguiendo el
objetivo de favorecer el desarrollo y participación directa y activa
del usuario..
6. BIBLIOGRAFÍA: 1. García Pérez, C: "Integración
Sociolaboral del Deficiente Psíquico". Amarú Ediciones, 1995,
Salamanca.
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